La primera temporada de la serie británica Black Mirror se encuentra conformada por tres episodios que narran historias con temáticas distintas. La similitud existente entre estos es que se relacionan con oscuras situaciones futurísticas como resultado de la desenfrenada adquisición de poder por parte del Internet y la tecnología.

La segunda temporada de Black Mirror, al igual que la primera, no cuenta una secuencia temporal entre los capítulos, razón por la que los espectadores tienen la posibilidad de observar los cuatro episodios que conforman esta temporada en el orden que deseen.

Esta temporada de Black Mirror nos trae una experiencia parcialmente diferente a lo que hemos vivido previamente, no solo porque ahora contamos con 6 episodios en vez de 3 o 4, sino porque ahora es Netflix quien ha decidido tomar las riendas de esta serie que antes estaba bajo la producción de Channel 4.

La cuarta temporada de Black Mirror, al igual que la anterior, también nos trae una serie de seis capítulos con historias y panoramas diferentes. Sin duda ésta puede ser de las entregas más heterogéneas entre sí, ya que podemos encontrar una mezcla de estilos y visiones frente al mundo contemporáneo, las tecnologías emergentes y la visión futurística que une a estos dos.